
Es posible que no lo sepas, pero mientras educamos a los hijos, estamos formando los caminos neuronales de su cerebro. Como si fuera Play-Doh, el cerebro físicamente se forma o se deforma dependiendo de nuestras palabras, acciones y de lo que les damos permiso - o no- de hacer.
Aquí tienes 4 cosas importantísimas para revisar si lo haces en casa, o no:
Uno, pantallas -ya sea televisión, celular, tablets o videojuegos. Tengo un curso sobre eso, ¡no te lo puedes perder! Es impresionante en daño que provocan.
Las Pantallas Pasivas (como la Televisión) hacen daño, si, pero si lo regulas a 30 minutos diario máximo, tus hijos estarán bien.
Las Pantallas Activas (como la tablet, el celular y videojuegos) es necesario esperar hasta que sean adolescentes (18 - 19 años), y regularlo a que lo utilicen únicamente dos horas por semana. Una el sábado y otra hora el domingo, máximo. Todo lo demás es daño neuronal, psicológico, emocional, adictivo, físico, etc, etc.
Dos, la falta de movimiento y juego. Los niños necesitan salir al aire libre a jugar. Correr, brincar, gritar, y si eso implica un raspón de rodilla, es mucho menos dañino que el no jugar.
Los niños son movimiento. El tenerlos en una escuela sentados 8 horas los hace todavía más reactivos y necesitados del movimiento, y muchas veces esa “histeria colectiva reactiva” suele suceder en nuestra hermosa sala contra los hermanos. Mejor dales el espacio adecuado para que tu no entres en pánico y ellos puedan hacer lo que necesitan sin el peligro de romper el jarrón de la abuela.
Tres, la desconexión. Los niños -al igual que cualquier humano- necesitan del cariño, las risas, el abrazo, el tiempo con nosotros.
Es, de hecho, lo más importante de tu trabajo como mamá/papá: asegurarte de que tu Apego con ellos sea Seguro, es decir que sepan con cuentan contigo sí so sí, en las buenas y especialmente en las malas. Que sepan que puedan llamarte a la hora que sea con cualquier problema, desde “ponme los zapatos” hasta “mi hijo esta enfermo, ¿qué le doy?”
Cuatro, la falta de retos. Los niños necesitan ser impulsados, apoyados y, hasta cierto punto, retados.
En medio de este proceso, mientras intentan superarlo, van a sentir mucha frustración, desesperación, sentimientos de impotencia y ganas de renunciar. ¿Qué les podemos decir? “Posiblemente te cueste trabajo, todo eso que sientes es horrible y, al mismo tiempo, superable. Concéntrate en las sensaciones de tu cuerpo hasta que pasen. Cuando te sientas mejor, puedes volver a intentarlo. Con mucho tiempo de ensayo, lo puedes lograr. Yo sé que puedes.”
La crianza no es fácil, tenemos que ver y atender un millón de cosas, en solo veinticuatro horas, durante muchos años. Pero no estás sola, aquí estoy para ti. Puedes agendar una cita conmigo, en mi página web esta el botón de Whatssapp. ¡Hazlo HOY mismo!
Photo by MART PRODUCTION: https://www.pexels.com/photo/boy-holding-a-rubik-s-cube-8471797/
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