Criar a un hijo que sea genuinamente agradecido no tiene que ver con decir las palabras.
¿Qué podemos hacer? ¿Dónde radica la diferencia?
Debemos perder un poco las formalidades externas y empezar a hacer la conexión interna sobre la emoción.
Entonces,
Deja de decirle, “¿Qué se dice?”
En cambio pregúntale “¿Cómo te sientes al recibir esto?”
“Tu amiga dice que le gustan tus zapatos, ¿cómo te hace sentir eso?”
“Tu hermano te ayudó a encontrar tu juguete, ¿cómo te hace sentir eso?”
Después conecta la relación entre los sentimientos y el expresar la gratitud.
“¿Fue divertido jugar con tu amiga? ¿Se lo dijiste? Vamos a decírselo.”
“¿Te sentiste feliz cuando Abue te dio el regalo? ¿Lo sabe? Vamos a decírselo.”
Cuando ayudas a tus hijos a reconocer cómo la gratitud se siente ADENTRO, van a poder decir “gracias” sin ser forzados porque se sentirán realmente agradecidos.
Photo by Ivan Samkov: https://www.pexels.com/photo/smiling-girl-in-golden-dress-holding-her-birthday-present-9628339/
Agregar comentario