
¿Cómo podemos ayudar a nuestros toddlers (niños de 1 a 5 años) Altamente Sensibles a que se adapten a tantos cambios?
Como ya hemos mencionado antes, cualquier cambio en la rutina, sorpresa o transición es particularmente estresante para un Altamente Sensible. Lo toman con resistencia y miseria pues los sobre estimula y angustia demasiado. Para colmo, en esta edad –de 1 a 5 añitos– suceden demasiados cambios, demasiado rápido.
Ya están comiendo papillas, ya caminan, ya agarran cosas con sus manitas, ya dejan el pañal, ya empiezan a ir al kínder, algunos adquieren hermanitos nuevos, … ya son seres independientes, con deseos, intereses y misterios que resolver. Algunos son más aventados y otros no tanto, pero todos tienen una línea en común: no les gusta el cambio. Y no saben cómo manejar el mundo tan altamente estimulante.
Ponte en el lugar de tu hijo, mira de lejos y desde abajo: la escoba esta recargada sobre la pared, decides caminar hasta ella, la tomas, te gana el peso y ¡PUC! ¡Se cae! Imagina el ruido, el movimiento y el sobresalto que provoca un objeto que duplica tu altura. Aunque tu HSP (por las siglas en inglés) tenga personalidad de explorador, adaptarse a una nueva experiencia puede ser un reto, porque por su mente pasan muchas cosas en un instante: una, él esta analizando profundamente si sí es seguro hacerlo o no. Dos, si el resultado lo hará exitoso y feliz, o no. Tres, él percibe mucho más de cada situación; una comida nueva implica, además del sabor, texturas, olores, colores y “¿estás segura que eso verde no me va a envenenar?”
Lo ideal es que si sabes que ahí viene un cambio, por ejemplo, que papá sale de viaje, es importante que lo prepares. Aquí te van unas sugerencias que ha escrito Elaine Aron en su libro The Highly Sensitive Child:
Cuando sabes que viene un cambio, prepáralo: que este sano, descansado, comido e hidratado. Para eso asegúrate de incluir tiempo suficiente en la naturaleza y ejercicio, como brincar.
Avísale con tiempo, puedes leer libros, dibujar los cambios a venir, platicar con otras personas frente a él sobre la nueva experiencia.
Asegúrale que lo vas a cuidar y que estará seguro.
Cuando ya sea tiempo de iniciar con los cambios, háganlo poco a poco. Por ejemplo que, en lugar de ir al kinder 5 horas que vaya solo 3.
Pregúntale cómo estuvo su día para ayudarlo a procesar lo sucedido.
Asegúrate que a nivel emocional este bien.
Si ves que no está entendiendo uno de esos pasos, tranquila, respira y retrocede.
Y vuelve a explicar. Vuélvele a leer libros. Cancela todas tus salidas. Fortalece tu relación con tu niño, una y otra y otra vez. El punto es: Haz equipo con tu hijo.
El objetivo es que tu relación con tu hijo sea linda, amorosa y armoniosa. Estas son necesidades reales que el/ella tiene. Entre más le avises y lo prepares psicológica y físicamente para lo que va enfrentar, tu vida familiar –y la interna de él– serán mucho más pacíficas y las explosiones emocionales, menos seguidas.
Photo by Skyler Ewing: https://www.pexels.com/photo/girl-in-black-top-looking-surprised-4681361/
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