El mes pasado me dieron las evaluaciones de mi niño. Va bastante bien en el cole, pero atando cabos nos dimos cuenta de algo interesante y típico de un HSP (por sus siglas en inglés, Altamente Sensible en castellano).
Hubieron varios días que se levantaba bien y cuando yo pasaba por él al colegio, estaba ardiendo en fiebre. ARDIENDO. Tras dos día de quedarse –y desbaratar- mi casa. Ya estaba perfecto. No tenía ninguna otra sintomatología. Ni mocos, ni tos, ni dolor de nada… Solamente fiebre.
Analizando junto con su maestra, nos dimos cuenta de que eso le pasaba cuando había tenido días muy pesados, dificultades con sus profesores o compañeros o algún evento estresante.
Hace poco vino una mamá a consulta. Me trajo a su HSP, había estado faltando mucho a clases por dolor de cabeza. Ya le expliqué cómo funciona el cerebro HSP y lo que él necesita hacer para que no le duela la cabeza.
Lo chistoso es que yo entendí perfecto qué le sucedía al chico… y no entendía lo que le sucedía al mío. Esas “enfermedades inexplicables” son, simplemente síntomas de un sistema nervioso central cansado, estresado y tronando.
En este regreso a clases, observa a tu HSP. Lejos de darles medicinas, dales descanso y horas de juego libre. Así sanarán.
Así funciona el cerebro HSP. Si tienes a un hijo HSP o primito, sobrino, nieto, conocido… pásale esta información le cambiará la vida, te lo aseguro.
Photo by Anna Shvets: https://www.pexels.com/photo/grayscale-photo-of-a-boy-crying-3905731/
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