
¿Por qué los niños se niegan a hacer cosas básicas?
¿Qué podemos hacer?
Cuando se rehusan a hacer algo como desayunar, lavarse los dientes, bañarse, ir a la escuela, actividades que ellos saben que deben hacer… puede significar varias razones:
A) “Necesito poder controlar algo en mi vida.”
Recuerda que la Cubeta del Control es un NO Negociable para el cerebro humano. Cuando los niños sienten que todo el día siguen indicaciones, empiezan a ser rebeldes y a exigir tener el control sobre algo, lo que sea, en su vida.
Solución:
Dale 2 opciones: “¿Quieres el vaso azul o el rojo?” “¿Cómo quieres llegar al baño, arrastrándote como cocodrilo o brincando como conejo?”
Para hijos más grandes, “¿Qué prefieres hacer primero, bañarte o cenar?”
B) “Necesito desahogar emociones atoradas. Déjame llorar un momento por favor.”
Si esta sobresaturado, cansado, agobiado, estresado o incluso carrereado, llega el momento en que se traban y ya no van ni “pa’lante ni pa’tras”. Y se sueltan llorando y nosotros nos quedamos con la sorpresa de que no sabemos ni porqué llora, ni qué hacer.
Solución:
Permite que llore contigo. Abrázalo si lo tolera, si no, quédate a su lado. El llanto acompañado es sanador. Horas después pueden platicar sobre lo acontecido, validar sus emociones y pensar en soluciones en conjunto para prevenir.
C) “Me siento desconectada de ti. No me escuchas.”
Si los niños solo reciben órdenes, llega el momento en que se sienten desconectados de nosotros y, lo interesante, es que se portan fatal para intentar obtener una mayor conexión, actitud que suele dar el resultado opuesto.
Solución:
Recuerda CONECTAR antes de intentar corregir. Los niños necesitan sentirse amados antes de poder hacer cualquier actividad. Acércate con actitud de juego y platiquen mientras lo hacen. A los niños no les gusta hacer esas cosas solos.
El Gran Truco es saber cuál es la razón, pero no te angusties de más. Los niños suelen ser muy claros en cuanto a decirnos y pedirnos lo que necesitan.
Solo escucha.
Y pregunta.
“¿Te gustaría que jugáramos un rato antes de meterte a bañar?”
Una vez que descifres el enigma, dale lo que necesita.
“¿Con qué prefieres jugar? ¿Con los muñecos o con la pelota?”
Haciendo esto, además de que estarás reforzando tu Apego Seguro con tus hijos, gozarás la parentalidad, te llenarás de energía y te evitarás muchos berrinches y llantos innecesarios.
Photo by Keira Burton: https://www.pexels.com/photo/black-father-and-son-brushing-teeth-in-bathroom-6624467/
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