
Hace algunos años, los papás de una hermosa niña de 3 años, se enteraron a través de un Test que la pequeña es Altamente Sensible.
Duraron bastante tiempo en quererla cambiar, su papá, HSP (por sus siglas en ingles, Altamente Sensible en castellano) también, lejos de verla como una niña lenta para aceptar los cambios, veía sus características como una bendición. La nena es sumamente imaginativa, creativa, empática, analítica, siente todo profundamente y se abruma fácilmente, es súper inteligente y para complicar un poco más el coctel, súper perfeccionista y quiere hacer todo a su manera.
Pero no todos los HSP corren con esta suerte, hay muchos que suelen ser aminorados y burlados por ser como son. Cuando veo a estos niños que son tratados de esta manera, particularmente por las personas que más deben alabarlos y protegerlos, se me rompe el corazón. Mi trabajo consta en darles a los padres de niños HSP un conocimiento científicamente comprobado de cómo funciona el cerebro HSP y herramientas que les funcionen para que esos niños florezcan como debe ser.
La vida nos da confiado un hermoso tesoro y nos corresponde a nosotros actuar responsablemente.
¿Cómo guiar con gracia a estos niños?
Cuando nosotros éramos pequeños, por cuestión cultural y desconocimiento, nadie reconoció nuestra sensibilidad como un don, ni lo abrazaban como algo positivo ni deseable. Nos toca a esta generación cambiar esta perspectiva y darle a conocer a nuestros niños que los amamos y valoramos quienes son, tal cual son. Su sensibilidad necesita dirección amorosa a veces y, otras veces, necesitamos ayudarlos a que no sean crueles consigo mismos, darles un espacio para que su sistema nervioso central descanse y mucho respeto. Mostrando una y otra vez que adoramos quienes son.
Como padres tenemos la posición única de ver y comprender a nuestros hijos y, por lo tanto, darles la gracia y guía que nadie más se la puede dar. Por ejemplo, cuando ellos están sufriendo, el proceso puede llegar a ser desastroso. Podemos reaccionar con aceptación y amor o con regaños, gritos y desaprobación.
Algunos tips que le han ayudado a los papás que he coacheado:
- Aprende sobre el rasgo. Toma el curso aquí.
- Amorosamente afirma y acepta a tu HSP, abraza su Alta Sensibilidad como un don.
- Disciplínalos de manera gentil que no se lastime su autoestima.
- Crea un ambiente donde haya paz y tranquilidad.
- Reduce sus actividades en base a lo que ellos puedan tolerar.
- Dales suficiente tiempo para descansar, procesar, analizar y recuperarse.
- Trabaja en equipo con tu niño – a base de preguntas– a manera de que supere las dificultades, en lugar de decirles que lo superen, lo maduren, o que lo resuelvan como puedan.
- Descubre cómo dan y reciben el amor y entrégales tu amor libre y desmesuradamente. Los limites se ponen en otras áreas.
- Goza sus fortalezas, talentos y dones y dales oportunidades para concentrarse en ellas.
- Sé paciente y dales TODA su infancia para crecer y madurar su personalidad y temperamentos únicos. No los presiones ni pongas expectativas irracionales en ellos. Sobre todo, demuéstrales tu cariño y apoyo. Eventualmente serán fuertes.
- Asegúrate de rodear a tu niño HSP de adultos amorosos, pues son fácilmente impresionables. Personas que lo apoyen tanto con sus palabras como acciones.
Conforme vayan creciendo, los verás madurar y hacer cosas increíbles. Dales oportunidades para amar enormemente y dar su corazón a un mundo necesitado. Seremos sorprendidos de todo lo que estos niños hermosos pueden lograr con una mano amorosa que los apoye y los guie.
Si necesitas aprender más sobre cómo funciona el cerebro Altamente Sensible, ¡toma el curso aquí!
Photo by Monstera: https://www.pexels.com/photo/asian-girl-meditating-in-room-in-daytime-5063295/
Agregar comentario